Minutos de felicidad

Mi nueva novela.
Publicada en Silver butterfly y The Library

Sinopsis:
Cuando encuentras el amor de tu vida, es imposible separarte. La vida no continúa sin él.
Natasha tiene 16 años, es afortunadamente, hermosa. Pero, aún no ha encontrado a un compañero de ruta.
Ella cree que sufrir por amor es otra cosa.
Cuando descubre que tiene una enfermedad mortal, quiere vivir al máximo. Tiene miedo que el tiempo que le queda no le alcance para disfrutar de las cosas maravillosas de la vida. Tiene miedo de no enamorarse nunca.
¿Y si se enamora? El tiempo se acaba. Y tendría que abandonarlo.
¿Y si nunca se enamora? No conocerá lo mejor de la vida.
¿Que hacer cuando ya no puedes tomar decisiones? ¿Cuando tu vida queda a manos del destino?

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Antigua portada

Spoiler:

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¿Que les parece la sinopsis? Espero todo tipo de opiniones, es el primer libro que subo.
Atenerse de opinar con insultos. Cualquier crítica sirve para mejorar pero con amabilidad todo es mejor

Espero que les guste chicas, les dejo un combo de los dos primeros capis!

Capítulo 1
Sufrir por amor...
¿Por qué la gente dirá que si no tuviste una mala pareja o un hombre que no te ha dado ni la hora, no has sufrido nunca por amor?
Pienso que sufrir por amor, es algo mucho más grande que eso, demasiado grande como para eludirlo.
Sufrimos cotidianamente por amor... sufrir por amor, es más que sufrir por una persona de tu sexo opuesto. Es sufrir por las personas que realmente amas.
Es estar mal cuando te peleas con tus mejores amigos, es deprimirse por la enfermedad de un ser querido, es llorar por extrañar a alguien. Eso es realmente sufrir por amor.
El amor es mucho más que un par de besos y un atractivo sexual. Es lo que buscamos a falta de algo. Pero por sobre todo cuando encontramos el verdadero amor, es cuando encontramos un compañero de ruta.
Es así como yo tengo 16 años y aún no he encontrado al compañero de mi vida, entónces porque simplemente nunca tuve un novio, una relación seria, suelen decirme “Vos no sabes lo que es sufrir por amor” Así que evalúo mis posibilidades y decido que simplemente, ellos no saben nada de la vida.

Cuando por fin llego al colegio, saludo a mi mejor amigo.
—Hola Step —. Él se da vuelta sonriente como siempre.

—Hola Nani.

Por supuesto, que mi nombre real no es Nani, si no, que éste es sólo un apodo, mi nombre es...

—¡¡¡Natasha!!! — Liz mi mejor amiga entra corriendo por la puerta, gritando y con los brazos estirados de par en par, como para un abrazo de oso.
Me abraza y cuando se aleja le digo.

—Hola Liz, ¿Saldrémos a algún lugar hoy a la noche? — Ella hizo una mueca, claro, que no soy esto que aparento y Liz lo sabe a la perfección, en verdad, odio salir a bailar, pero de vez en cuando para divertirme un poco, no me parece mal.

—Pensé que no querrías venir, pero claro Nani y por cierto, Step tu también puedes venir —. Desde que conocí a Step hace 8 años atrás y fuimos mejores amigos desde entónces, Liz no ha dejado de echarle el ojo. Creo que está locamente enamorada de él. Y como Step es soltero, super apuesto y también divertido y simpático, creo que a la persona que no le gustara Step, sería a un marciano de otro mundo.

—Claro, yo las llevo si quieren —. Step declaró en tono sexy. Eso me causo gracia.

—Por supuesto —dije entre risas.

—Uoou, ¡voy a tener transporte propio por una vez! —dijo Liz saltando de alegría. Aunque yo sabía perfectamente que su alegría no era por no tener que ir en colectivo, si no porque iba a viajar en el auto de Step y con él. Claro que ella se estaba olvidando que también estaría yo.

El timbre sonó tan fuerte como siempre y avisaba que comenzaba la hora de sociología. ¡Qué aburrido!
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Luego, de un largo y denso día de escuela, llegué a casa con la intención de bañarme e irme a dormir, pero claro, había olvidado por completo que hoy saliamos a bailar.
Así que me bañe y estuve dos horas en una auténtica crisis de ¡Qué me pongo! Me decidí por una minifalda de jean y una remera gris con negro, bastante básica. No podía faltar unos grandes zapatos de taco, de apróximadamente 15 cm, negros.

Cuando estaba terminando de peinarme sonó el timbre. Siempre tan puntual Step...
En fin, bajé y le abrí la puerta.

—Hola Steeep —dije alegremente—. ¿Nervioso?

—Nani, veo que no has terminado de arreglarte —. Mi mejor amigo sabía que tardaba horas en prepararme así que sin que le diga nada entró y cerró la puerta. Se sentó en uno de los sillones de mi casa y me dijo—. No hay apuro, termina y vamos a por Liz.

—Perfecto —respondí sonriente—. Por cierto, no respondiste a mis pregunta.

—Ohh, claro, no estoy nervioso Nani, Liz es atractiva pero nunca hemos estado solos y no estoy seguro de que Liz quiera sólo un beso conmigo.

—¡Oye! —reaccioné algo irritada—. ¿Tienes algún problema con que acaso Liz quiera algo serio? Me parece mucho mejor que andar por ahí con cualquiera a quien ella no conoce. Hasta me parece que harían una hermosa pareja, odio que te comportes así Step.

—De acuerdo, Liz es hermosa, pero Nani, no estoy seguro de que esto funcione.

—Bueno, pero puedes intentarlo, no pierden nada Step, pero no hables de antemano —. Recojí mi cartera, le metí el celular, la billetera y las llaves—. Ya estoy lista, podemos irnos.

Me sostuvo la puerta de entrada de mi casa para que yo pase, salí y cerré con llaves luego me subí en uno de los asientos traseros de su auto.

—Veo que estas empeñada en que Liz y yo, estemos lo más cerca posible —me dijo.

—Por supuesto Step —. Si había algo que yo quería era que ellos dos estén juntos. Sabía lo que mi amiga daba por estar con él y yo estaba decidida a ayudarla.

Step arrancó el auto y nos dirijimos hacia la casa de Liz, yo le indiqué la dirección y cuando estuvimos en la puerta me dijo.

—Voy a llamar a su timbre —. No tuve tiempo ni de contestarle, ya se había bajado del auto.

Liz salió a los pocos minutos. Estaba hecha toda una Diosa, con su larga cabellera rubia y su pelo lacio, completamente envidiable. Sus ojos verde claro, con un fino delineado a tono que resaltaba aún más sus pupilas. Un vestido blanco musculoso, pero con vuelo en la parte inferior, corto por supuesto, a mitad de su muslo.
Subió al asiento del acompañante y Step al del conductor, claro.

—Estas preciosa Liz —dije sonriéndole.

—Pienso lo mismo —agregó Step.

—Gracias por sus cumplidos —. Liz se sonrojó al decirlo.

—De acuerdo, vamos —dije ansiosa.

Viajamos por sólo 5 minutos y ya estabamos en la entrada del estacionamiento. Aparcamos el auto y fuimos caminando hasta el boliche.
El guardia nos dejó pasar a los tres.
El lugar estaba repleto de gente. Bastaba caminar dos pasos para perderte de tus amigos. Hacía un calor insoportable y eso me desagradaba. Por eso casi nunca salía a bailar. Me acerqué a Liz y le dije.

—Haz los tuyo amiga, nos vemos más tarde. Voy a recorrer este lugar.

—De acuerdo Nani —respondió no demasiado satisfecha.

Caminé entre la multitud, alejándome de Liz y Step, los vi dirigirse juntos hacia el otro lado al que me había ido yo. Decidí entrar unos segundos al baño para mirarme al espejo y asegurarme de que mi maquillaje estaba perfecto y no se había corrido ni un poquito.
Salí, pedí un trago y me metí exactamente en el medio de la pista.
<> pensé.
Pero eso ya no importaba, no pensaba ser la que arruine la salida por la cual Liz estaba tan esperanzada, estuvo la tarde entera hablando de esta noche.
Mientras movía mis pies de un lado al otro, el paso básico para este tipo de música tan movida. Reggaeton, si exactamente eso, definitivamente no era de mi agrado, pero bueno, bailaba igual.

Habrían de haber pasado 15 minutos porque yo ya había terminado mi trago y cuando estaba decidiendo entre ir a dejar el vaso o pedir otro, sentí una mano en mi cintura. Claramente era de un hombre.
No podía creermelo alguien quería pasar esta aburrida noche conmigo.
Mi corazón ya se aceleraba, cuando estaba dándome la vuelta para ver quién me había agarrado, sentí mis músculos perder la fuerza y mi cuerpo cayéndo sin peso. Lo último que vi fue la remera blanca escrita con letras en negro del chico que me agarraba y luego, todo negro.

Capítulo 2
Lo primero que vi fue a Liz, ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba?

—Liz, ¿Qué paso?

Lo último que me acuerdo era estar bailando en el medio de la pista y después... ¿me desmaye? No, no, alguien me agarraba, el chico, si, el chico que había agarrado mi cintura me sostuvo por un momento antes de que perdiera la consciencia. Pero... aquí sólo estaban Liz y Step y... no estabamos en el boliche. Eso es, es el auto de Step, asi que aquí estamos.

—Luego de habernos separado estuvimos bailando con Step y como media hora después la multitud se empezó a amontonar, nos acercamos a ver que sucedía y casi nos matas del susto Nani. Tú tienes que decirnos que es lo que te sucedió.

—No lo se Liz, te juro que no recuerdo nada extraño. Simplemente estaba bailando y pum... el resto de la historia lo sabes mejor que yo —bromee

—De acuerdo, ¿Quieres ir al médico o te llevamos a casa? —preguntó Step con cara de preocupación.

—En casa estaré bien, mis padres no vuelven hasta el sábado, tuvieron que salir del país por asuntos de trabajo —La preocupación de Step iba en aumento—. Step, estaré bien, enserio.

—Ok, vamos.

Puso el auto en marcha, yo recostada en todo el asiento trasero, Liz en el de acompañante mirando hacia mi, por el hueco del medio y Step en el del conductor. Prácticamente las mismas posiciones en las que estábamos antes, sólo que ahora yo estaba bastante más debil.
Cuando llegamos a mi casa Step frenó el auto, el viaje fue tranquilo y silencioso, excepto por algún que otro “¿Te encuentras bien?” que me preguntaba Liz o Step.
Liz automáticamente me ayudó a bajar del auto.

—¿Quieres que me quede a pasar la noche contigo Nani? Mi madre lo entenderá.

—No te hagas problema Liz, voy a estar bien, enserio, creo que sólo necesito descansar.

Ya me encontraba con la llave en la cerradura, entrando a casa y Liz agregó.

—Cualquier cosa solo tienes que llamarme.

—Claro —contesté amablemente.

Entré a mi casa, decidí prepararme algo sencillo para comer, por si el desmayo haya sido por hambre.
Me senté a la mesa a comer mientras miraba un poco de tele, cuando terminé junte lo poco que había ensuciado y lo lavé. No me tomó demasiado tiempo.
Caminé hasta mi habitación a buscar el pijama, me dirijí al cuarto de baño para darme una ducha rápida. Cuando estaba desvistiéndome noté un papel en el bolsillo posterior de mi minifalda. No recordaba llevar nada allí lo saqué y encontré una pequeña nota. Ésta decía.
“Cuando te desmayaste no quize abandonarte, estaba por llamar un médico cuando un chico y una chica dijeron que eran amigos tuyos y el chico te llevó en brazos. Busqué en tu celular tu número y me lo agendé. Luego, te llamo para ver como te encuentras. Saludos Elian.”

Elian... no conocía a nadie que se llamara así. ¿Fue él quien estaba detrás mio? Lo único que llegué a ver era su remera blanca con letras negras. Sólo eso. Sólo sabía que era un chico. Nada más.
Así que no había perdido la oportunidad, me llamaría...

Me bañé sin dejar de pensar en la nota, el chico y todo lo sucedido. Cuando terminé ya habían pasado más de las 4 de la mañana. Me fui a acostar. No sin antes chequear mi celular. Estaba en el bolso junto a todas las cosas que había agarrado antes de salir de casa, pero ninguna llamada perdida, ningún mensaje.
Quien sabe porqué estaba esperando hablar con él. De verdad, que no lo sé. Y aparentemente él tampoco tenía idea porqué me había desmayado.
Me quedé dormida mirando la luna que se asomaba entre las cortinas de mi ventana.
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Me desperté sobresaltada con la música sonando de mi celular.

—¡¡¡Quién se atreve a llamar a esta hora!!! —me quejé, observando desde la cama la luz parpadeante del celular en mi bolso.

Que bueno que te animaste a subir tu historia aqui flo jeje

Si claro! Ojala les guste

Me encanta!!!muy atrapante la trama de la historia

Uff gracias!!!!!

me encanto muy linda!!!

Ranguitos
¿Cuándo la sigues ? no me dejes con las ganas Si no...